Helechos
Los helechos son una planta muy común que se utilizan tanto en el interior como en el jardín (como follaje). Se remontan a tiempos prehistóricos y existen decenas de miles de especies. Su apariencia va de espaciada y ligera a densa y espesa, pero su cuidado y necesidades siguen siendo similares. En general, los helechos son resistentes y de bajo mantenimiento, pero para que crezcan abundantes y grandes, será necesario que les des ciertos cuidados.
La humedad cerca al helecho deberá mantenerse elevada. Los niveles de humedad altos en el aire son perfectos para los helechos, pues estos necesitan mucha humedad. Hay dos maneras de generar mayores niveles de humedad: podrás poner el helecho en dos macetas o poner un humidificador en tu habitación. Para ponerlo en dos macetas, la segunda maceta tendrá que ser un poco más grande que la maceta en donde esté plantado el helecho.
Llena la maceta con musgo y mucha agua, luego ponla dentro de la segunda maceta. Cubre la parte superior de la tierra y el borde de la maceta interior con musgo mojado. Riégalo después de unos cuantos días para asegurarte de que esté húmedo. Si usas un humidificador, colócalo cerca al helecho para que crezca de manera óptima. Podrás humidificar la primera con una botella de aerosol y agua tibia, pero deberás hacerlo solamente después de unos cuantos días, sino podría producirle manchas.
Riégalos periódicamente. A los helechos les encanta un ambiente húmedo, pero también les gusta la tierra húmeda. Asegúrate de que la mezcla de la maceta de tu planta esté siempre húmeda (pero no llena de agua). Esto querrá decir que tendrás que regarla un poco todos los días en lugar de echarle mucha agua de vez en cuando.